Cómo cuidar la alimentación y la hidratación de las personas con Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer puede afectar al apetito, al gusto y al olfato de los enfermos, así como a su capacidad para masticar, tragar o recordar comer y beber. Por lo tanto, es importante prestar atención a la alimentación y la hidratación de las personas con esta enfermedad.
Para elegir alimentos nutritivos y variados, es recomendable comprar alimentos saludables como verduras, frutas y productos de granos integrales. También es importante elegir alimentos que sean fáciles de preparar y que vengan en porciones individuales. Una dieta variada rica en frutas, verduras, proteínas de calidad, legumbres y cereales integrales es la base para una alimentación saludable.
Para presentar los alimentos de forma apetitosa y segura, se pueden priorizar los alimentos que se puedan comer con las manos, como croquetas. También es importante evitar alimentos con espinas, huesos pequeños, filamentos, semillas o frutos secos. En etapas más avanzadas de la enfermedad, los triturados y purés pueden facilitar la ingesta.
Para facilitar la ingesta y evitar la deshidratación, es importante controlar la temperatura de los alimentos y optar por sabores suaves y platos no demasiado condimentados. También es importante vigilar la hidratación y ofrecer agua o zumo después del ejercicio.
Compartir las comidas con los enfermos y ofrecerles estímulos sensoriales que les resulten agradables puede mejorar su experiencia alimentaria. Por ejemplo, se pueden utilizar colores vivos en los platos o poner música durante las comidas.
En resumen, cuidar la alimentación y la hidratación de las personas con Alzheimer implica elegir alimentos nutritivos y variados, presentarlos de forma apetitosa y segura, facilitar la ingesta y evitar la deshidratación. Compartir las comidas con los enfermos y ofrecerles estímulos sensoriales agradables también puede mejorar su experiencia alimentaria.