Cómo prevenir los riesgos y accidentes en el hogar de las personas con alzhéimer
Las personas con alzheimer pueden realizar actividades peligrosas o sufrir accidentes domésticos debido a la pérdida de memoria y de juicio. En este post te damos algunos consejos para prevenir los riesgos y garantizar la seguridad de los enfermos.
La enfermedad de alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a la memoria, el pensamiento y el comportamiento de las personas que la padecen. A medida que la enfermedad avanza, los enfermos pierden la capacidad de reconocer los peligros, de seguir instrucciones y de cuidar de sí mismos.
Esto puede provocar que realicen actividades peligrosas o sufran accidentes domésticos, como caídas, quemaduras, intoxicaciones o fugas de gas. Estos incidentes pueden causar lesiones graves e incluso la muerte de los enfermos.
Por eso, es importante tomar medidas para prevenir los riesgos y garantizar la seguridad de las personas con alzheimer en el hogar. A continuación, te damos algunos consejos para lograrlo:
- Revisa el estado de la vivienda. Es conveniente hacer una inspección periódica de la vivienda para detectar y reparar posibles problemas que puedan suponer un riesgo, como cables sueltos, enchufes defectuosos, tuberías rotas o ventanas sin cerradura.
- Adapta el entorno. Es aconsejable adaptar el entorno a las necesidades y capacidades de la persona con alzheimer, eliminando los objetos innecesarios o peligrosos, colocando señales o etiquetas que faciliten la orientación y el uso de los electrodomésticos, instalando barras de apoyo o alfombras antideslizantes en el baño y la cocina, y asegurando las puertas y ventanas con cerraduras o alarmas.
- Supervisa las actividades. Es necesario supervisar las actividades que realiza la persona con alzheimer, especialmente las que implican fuego, electricidad o agua. Se puede limitar el acceso a los objetos o zonas peligrosas, como cuchillos, fósforos, medicamentos o productos químicos. También se puede usar temporizadores o dispositivos automáticos que apaguen el horno o la estufa después de un tiempo determinado.
- Establece una rutina. Es beneficioso establecer una rutina diaria que incluya actividades sencillas y placenteras para la persona con alzheimer, como pasear, leer o escuchar música. Esto le ayuda a mantenerse activo y estimulado, a reducir su ansiedad y confusión, y a evitar conductas impulsivas o erráticas.
- Busca apoyo. Es fundamental que los cuidadores de las personas con alzheimer cuenten con apoyo profesional o social cuando lo necesiten. Pueden recurrir a servicios de atención domiciliaria, centros de día o residencias especializadas que ofrezcan cuidados adecuados a los enfermos. También pueden participar en grupos de autoayuda o terapia donde compartir sus experiencias y emociones con otras personas en su misma situación.
Prevenir los riesgos y accidentes en el hogar de las personas con alzheimer es una tarea que requiere paciencia, atención y flexibilidad. Con estas medidas se puede mejorar la calidad de vida de los enfermos y la tranquilidad de sus cuidadores.